Viñales cierra el círculo en Assen: Podio con distinto sabor

Un año después, Maverick se reencontró con el podio en 'La Catedral'. En 2021 todo eran caras largas y ahora vuelve a sonreír con Aprilia

La pasada campaña 2021, a estas alturas de curso, la relación de Maverick Viñales (Aprilia Racing) con Yamaha comenzó a agrietarse de forma notoria. Algo pareció romperse en aquellas semanas, en las que 'Top Gun', pese a cosechar la 'pole' y subir al podio en Assen, mostraba un gesto algo contrariado en 'La Catedral'. Sensaciones ratificadas con su discurso y un ambiente algo frío que contrastaban con la euforia de su entonces compañero, Fabio Quartararo (Monster Energy Yamaha MotoGP™), tras saborear la victoria.

 

El malestar de 'Mack' venía de días atrás. Una semana antes, en Sachsenring, había terminado 19º en la carrera, tras salir 21º: su peor resultado hasta entonces con la M1, sin contar los abandonos. Al piloto de Roses le estaba costando encontrar cierta consistencia pese a ganar la ronda inaugural en Qatar. Además, los diversos cambios de jefe de mecánicos no ayudaban. Tras el parón estival, todo se precipitaría a raíz de la polémica en el Red Bull Ring. Muchos rumores apuntaban a una salida rumbo a Aprilia, donde Aleix Espargaró esperaba a su compatriota con los brazos abiertos. Pese a desmentidos iniciales, Maverick encontraría refugio en el fabricante italiano a partir de Aragón. El reto parecía grande para el '12' tras 4 temporadas y media con Yamaha. Sin tiempo que perder, aprovecharía 5 carreras antes de acabar el año para iniciar una adaptación con la RS-GP que retomaría a principios de 2022.

Punto de inflexión en Mandalika

En el GP de Indonesia, tanto 'Mack' como su equipo dieron con la tecla en el Warm Up, según palabras del propio piloto, que recobró sensaciones con el tren delantero, aunque los resultados tardaron en demostrar dicho hallazgo, pese a ser ya 7º en Argentina, donde su compañero sumó el primer triunfo de Aprilia en la era MotoGP™. A partir de Austin, estuvo de forma más regular en el Top 10, volviendo a ser 7º en Catalunya. En la siguiente ronda de Sachsenring comenzó a despuntar, pero su carrera se vio arruinada por un problema con el 'ride height device' trasero cuando seguía la estela de su compañero Aleix y de Jack Miller (Ducati Lenovo Team) en la lucha por el podio.

El mazazo en el Ring duraría muy poco. Una semana después, en Assen, tras clasificarse 11º en parrilla, el piloto de Aprilia fue abriéndose paso poco a poco entre sus rivales, exhibiendo un ritmo muy sólido, para conseguir un preciado puesto en el Top 3, el primero con el fabricante de Noale. Tan solo el ganador, Francesco Bagnaia (Ducati Lenovo Team) y Marco Bezzecchi (Mooney VR46 Racing Team) fueron capaces de obtener un mejor botín que un Maverick que también celebró la heroica remontada de su compañero Aleix. En el mismo escenario, un año después, el rostro de Viñales era muy distinto. El vivo reflejo de la alegría y de la ilusión por su etapa actual con la fábrica de Noale, donde no se vislumbra el techo deportivo en un año para enmarcar.

Progreso y aprendizaje

"Es el resultado de un duro trabajo. Nos esforzamos mucho en estas carreras. Teníamos un buen ritmo, pero saliendo desde tan atrás nunca lo demostramos. Son dos Grandes Premios seguidos, lo que demuestra nuestro potencial. Es simplemente fantástico. Por primera vez me siento bien en el equipo. Es un gran resultado para nosotros y es solo el principio", prometió tras cruzar la meta. "Poco a poco vamos subiendo peldaños. Estoy deseando llegar a Silverstone (...) Solo quiero dar las gracias a Aprilia y al Grupo Piaggio porque han creído en mí. Saben muy bien de lo que somos capaces".

"¿Qué he aprendido con esta moto? Aprendí que podía ser competitivo en pistas en las que no había sido muy bueno en el pasado", continuó. "Así que estoy esperando a ver con Spielberg. Desde Montmeló hemos cambiado un poco nuestro método de trabajo, intentamos asegurarnos de entrar en la Q2 y está dando sus frutos", detalló el de Roses.

El sueño del título

En cualquier caso, Viñales también debe su progreso al espíritu de cohesión que reina en el equipo. "Por ejemplo, hay ciertos tramos en los que me va mejor, aunque la mayoría de las veces sea al revés. Al final, aprendemos unos de otros. Aquí yo le ayudaba en la curva 12 y él en la 15", explicó. "Por supuesto, la temporada aún es larga, pero tenemos un sueño: dar a Aprilia el título. No importa el orden: queremos que esta moto sea ultra competitiva".

 

El piloto catalán afronta ahora unas semanas de respiro con el merecido parón estival. El Mundial volverá a la carga el primer fin de semana de agosto en un circuito que le encanta: Silverstone. El '12' consiguió allí su primera victoria en MotoGP™ con la GSX-RR de Suzuki en 2016, acumuló también un par de podios con Yamaha... y, justo el año pasado, Aprilia firmó allí su primer podio en la era de MotoGP™ de la mano de Aleix. Por tanto, ¡que nadie descarte su campanada en Gran Bretaña!

Recuerda que puedes seguir cada segundo EN DIRECTO y OnDemand con VideoPass, que te ofrece un acceso inigualable a entrevistas y reportajes, así como a cada segundo EN DIRECTO y OnDemand del Campeonato del Mundo de MotoGP™. Todo ello y mucho más, lo tienes en MotoGP™ VideoPass.