La historia de la competición mundialista ha jugado un papel vital en la herencia de Suzuki en sus 100 años de éxitos. Cuando la fábrica japonesa celebró su centenario la semana pasada, quedó reflejado el impacto y la influencia que han tenido sus 60 años de carreras en el Campeonato del Mundo. Como todas las grandes fábricas japonesas, su éxito en la pista les ha permitido liderar el mundo en la fabricación de motos innovadoras.
Suzuki siguió los pasos de Honda entendiendo que el éxito y el nuevo desafío eran las carreras de Gran Premio. Viajaron a las legendarias carreras TT de la Isla de Man. Sólo un año después que Honda, compitieron por primera vez en la carrera de tres vueltas de 125cc de 1960. Dos años más tarde, consiguieron su primera victoria en un Gran Premio cuando Ernst Degner ganó la carrera TT de 50cc a través del peligroso circuito de 60,721 km. Desde ese día en la Isla de Man, Suzuki ha ganado 157 Grandes Premios más. Incluyendo esa primera victoria, han ganado 30 en la categoría de 50cc, 35 en la de 125cc y 93 en la de 500cc/MotoGP™. Degner prolongó su triunfo en el TT de 1962 con otras victorias en Holanda, Bélgica y Alemania Occidental, lo que supuso para Suzuki su primer título mundial ese mismo año.
Suzuki lideró la revolución al llevar su experiencia con la dos tiempos a la categoría reina de 500cc, que había sido dominada por la cuatro tiempos de los británicos e italianos. En 1971, el neozelandés Jack Findley reescribió los libros de historia en el Gran Premio del Ulster. No sólo consiguió que Suzuki triunfara por primera vez en la categoría reina, sino también logró la primera victoria de las dos tiempos contra la todopoderosa cuatro tiempos. Las puertas se abrieron por completo de la mano de la leyenda británica de larga melena Barry Sheene, que supo exprimir la RG500 de Suzuki, un magnífico cohete de cuatro cilindros. Sheene le brindó a Suzuki los títulos mundiales de 500cc de 1976 y 1977. Los italianos Marco Lucchinelli y Franco Uncini siguieron posteriormente su estela a principios de los ochenta.
Honda y Yamaha pasaron a dominar antes de que un carismático tejano ganara de nuevo el título en 1993. Nadie encarna el espíritu de Suzuki de pilotar estas increíbles, tremendamente rápidas e impredecibles máquinas de dos tiempos como el Campeón del Mundo de 1993, Kevin Schwantz. Una vez más, Honda volvió a recuperar el dominio, pero cuando la era de los dos tiempos estaba llegando a su fin, el hijo de un piloto que tantas veces había sido la espina clavada de Suzuki les dio su último título mundial. Kenny Roberts Jr cerró el capítulo histórico de las conquistas de la RG500 con final feliz. El americano ganó el título mundial de 500cc en 2000 antes del dominio de Valentino Rossi y luego las cuatro tiempos tomaron el relevo.
El australiano Chris Vermeulen le dio a Suzuki su primera victoria en la era cuatro tiempos en Le Mans en 2007, pero eran tiempos difíciles. Después de un breve respiro, Suzuki volvió a la lucha y fue recompensada cuando hace 4 años Maverick Vinales le brindó en Silverstone su primer triunfo en 9 años. El año pasado en Austin, Álex Rins puso a Suzuki de nuevo en el primer escalón del podio luchando nada menos que contra Valentino Rossi. El español repitió su éxito en Silverstone con una famosa victoria en la última curva sobre el octocampeón Marc Márquez para añadir su nombre a la lista de ganadores con una Suzuki en el Campeonato del Mundo.
Encabezan el cuadro de honor el neozelandés Hugh Anderson y Schwantz, con 25 victorias cada uno. Schwantz cosechó todas sus victorias en 500cc, pero Anderson, en su camino hacia dos títulos mundiales de 50cc y 125cc, ganó 8 Grandes Premios de 50cc y 17 de 125cc. Sheene, por su parte, ganó 21 Grandes Premios para Suzuki: 3 en 125cc, así como otros 18 y dos títulos mundiales en 500cc.
Suzuki se embarca ahora en una nueva década con un gran estado de forma en una competición que ha jugado un papel muy protagonista en su historia. Tanto Rins como su compañero, Joan Mir, parecen valores seguros para continuar esa tradición ganadora personificada por Anderson, Degner, Sheene o Schwantz en los últimos 60 gloriosos años.