'Wildcards', pilotos de sustitución o grandes regresos... llámalos como quieras, mientras el tricampeón mundial Dani Pedrosa y el tres veces ganador en MotoGP™ Cal Crutchlow cuentan las horas para su vuelta al campo de batalla el próximo domingo en el Red Bull Ring.
Es una tarea difícil y una decisión valiente para ambos ganadores de Grandes Premios de MotoGP™, pero hay algunos precedentes alentadores. El tricampeón de WorldSBK Troy Bayliss regresó a MotoGP™ para sustituir al lesionado Sete Gibernau en el equipo Ducati en la última ronda de 2006 en Valencia. Puede que la carrera sea más recordada como el día en que Nicky Hayden se hizo con el título mundial, pero fue Bayliss quien ganó la carrera para convertirse en el único piloto sustituto ganador en la era MotoGP™.
El año anterior, en una empapada Shanghái (China), el francés Olivier Jacque fue reclutado por el equipo Kawasaki para sustituir al lesionado Alex Hoffman. Terminó en una magnífica segunda posición, por detrás del Campeón del Mundo Valentino Rossi, para brindar a Kawasaki su mejor resultado en MotoGP™.
Otros pilotos han regresado en circunstancias diferentes. El australiano Garry McCoy estaba sin moto al comienzo de la temporada 1999, pero fue reclutado por el equipo Red Bull Yamaha para sustituir al ganador de un GP Simon Crafar. Les devolvió la confianza y aprovechó su gran oportunidad con su espectacular estilo de pilotaje ganando tres Grandes Premios al año siguiente y terminando 5º en el Campeonato del Mundo.
Otros pilotos de la talla del tricampeón mundial Freddie Spencer y el propio Gibernau pasaron apuros en sus campañas de vuelta a la acción, pero hay un regreso en nuestro deporte que nunca será igualado, ni siquiera nadie podrá acercarse. Once años después de retirarse de las carreras del Mundial, Mike Hailwood regresó al lugar donde todo empezó, el legendario circuito de montaña TT de la Isla de Man. A sus 38 años, no solo volvió, sino que ganó.
Cuando Honda se retiró del Campeonato del Mundo al final de la temporada 1967, Hailwood se retiró de las carreras de Gran Premio. Un deporte que había sublimado con su presencia ganando 9 títulos mundiales en 4 categorías, registrando 76 victorias en 196 carreras. Siguió corriendo con máquinas Honda de 350 y 500 en carreras internacionales -fuera de campeonatos- al año siguiente y corrió para BSA en Daytona, pero las cuatro ruedas le llamaron la atención.
Hailwood ganó el Campeonato Europeo de Fórmula 2 y subió al podio de la Fórmula 1 en un par de ocasiones. En 1973 se le concedió la George Medal por su extraordinaria valentía al sacar a Clay Regazzoni de un monoplaza en llamas durante el Gran Premio de Sudáfrica en Kyalami. Se retiró de las carreras y se trasladó a Nueva Zelanda, pero se aburrió. Hailwood nunca se iba a conformar con una vida plácida y, mientras que otros podrían haberse contentado con los placeres de la pesca y el golf, el atractivo de las carreras sobre dos ruedas le hizo volver a la Isla de Man. Hailwood nunca fue un hombre que viviera la vida a medias. Puede que la Isla de Man perdiera su condición de Campeonato del Mundo un año antes, pero seguía siendo la prueba definitiva para el hombre y la máquina, y su regreso cumplía ambos requisitos.
Desde su nacimiento, el Mundial nunca había sido testigo de escenas de celebración y emoción tan salvajes como cuando Hailwood pilotó la Ducati 900 SS hasta la victoria en la carrera de 6 vueltas del TT en categoría F1. Estableció un nuevo récord de vuelta superando al ganador del GP de 500cc, John Williams, mientras que el siete veces campeón mundial Phil Read se retiró con problemas de motor. Tuve la suerte de presenciar un año más tarde la última victoria de Hailwood en el TT con la Suzuki de 500cc de dos tiempos en la carrera Senior de 6 vueltas. Trágicamente, el considerado por muchos como el mejor piloto de motos de todos los tiempos murió en un accidente de tráfico junto con su hija Michelle en 1981.
Buena suerte a Dani y Cal el domingo. ¿Volverá Andrea Dovizioso la próxima temporada? Una cosa es segura: Ninguno de ellos esperará 11 años.