El legendario periodista John Brown resumió perfectamente sus dos visitas a Sentul para el Gran Premio de Indonesia hace un cuarto de siglo. Mucho, mucho calor y la cerveza fría sabía genial fue como JB describió sus visitas a un país que se vuelca en su apoyo a MotoGP™. El Gran Premio de Motociclismo regresa este fin de semana 25 años después de su última visita, e Indonesia no puede esperar. Entonces fueron Doohan, Biaggi y un joven e ilusionante Rossi los pilotos a los que acudieron a apoyar en el circuito de Sentul. Los motores de dos tiempos reinaban en todas las categorías y si no tenías una Honda en la categoría de 500cc, tenías pocas opciones. Fue una década gobernada por Doohan y Honda, pero ya había dos jóvenes pilotos que estaban dejando su huella, especialmente en el Gran Premio de 1997 en el circuito de Sentul, de 3,965 km, situado a cuarenta y cinco kilómetros al sur de Yakarta.
Un año antes, Valentino Rossi había terminado 11º en Sentul, en su segundo Gran Premio de 125cc. Volvió en 1997 ya coronado como Campeón del Mundo de 125cc para ganar su 11º Gran Premio de la temporada, lo que supuso un récord para la categoría de 125cc/Moto3™. El italiano ya mostraba que estaban por llegar metas más grandes, y estuvo a punto de ser el único piloto en competir en Sentul y en el Circuito Pertamina Mandalika. Jorge Martínez 'Aspar' terminó 3º en 1997, lo que supuso su último podio antes de retirarse al final de la temporada, tras 14 años de carrera en los que consiguió cuatro títulos mundiales. El año anterior, el menor de los hermanos Aoki, Haruchika, terminó 2º por detrás de Masaki Tukudome, pero retuvo su título mundial de 125cc.
Max Biaggi y Rossi se hablaban por entonces. El acérrimo rival de Rossi en los años venideros ganó la carrera de 250cc con una Honda para abrir una ventaja de seis puntos en el Campeonato. En la ronda final de Phillip Island, el segundo puesto de Biaggi, por detrás de Ralf Waldmann, fue suficiente para conseguir su cuarto título mundial consecutivo. Un año antes, Tetsuya Harada ganó su único Gran Premio de 250cc de la temporada dando a los neumáticos Michelin su última victoria en 250cc.
La gran sorpresa de aquel caluroso fin de semana de 1997 fue que Mick Doohan no ganó la carrera a 30 vueltas de 500cc. La única manera de vencer al australiano era seguirle hasta la última curva, si te atrevías, y luego hacer tu jugada. Le funcionó en más de una ocasión a Alex Crivillé y también en Sentul a su compañero de equipo, Tadayuki Okada, que consiguió su primera victoria en 500cc por 69 milésimas. El poderoso Mick no estaba impresionado con esas tácticas, especialmente de sus compañeros de equipo de Honda, pero no debía preocuparse. Ya se había asegurado su cuarto título mundial, había ganado 12 Grandes Premios esa temporada y ese segundo puesto le daba un récord de 340 puntos en la temporada, pero Mick odiaba perder. Había ganado la carrera de Sentul un año antes, con Alex Barros y Loris Capirossi completando el podio.
Así pues, el próximo domingo veremos un nuevo circuito, un nuevo público y una nueva raza de pilotos hambrientos a lomos de una gran variedad de máquinas de cuatro tiempos, pero una cosa nunca cambiará. Seguirá haciendo mucho mucho calor, y la cerveza fría sabrá igual de bien.