17 años y 155 días después de debutar en el Mundial, Aleix Espargaró lo consiguió finalmente. Nunca ha habido un ganador tan popular en los 74 años de historia de este deporte, y no es de extrañar después de presenciar como el pitlane de Termas de Río Hondo se inundó en una mezcla de lágrimas y vítores para un auténtico guerrero que nunca se rindió.
Poco se imaginaba Aleix el tiempo que tardaría en subirse al cajón más alto del podio cuando debutó en la categoría de 125cc en Valencia en 2004. Era la última carrera de la temporada y tan solo tenía 15 años. Tuvieron que pasar otros 283 Grandes Premios de dolor y frustración antes de que el mayor de los Espargaró experimentara la indescriptible sensación de saborear la victoria en una fecha que jamás olvidará: el día de su 200ª carrera en MotoGP™. Ya se había casado y convertido en un padre orgulloso de dos hijos. Había visto y celebrado cómo su hermano menor Pol (Repsol Honda Team) ganaba el Campeonato del Mundo de Moto2™, y todo ello mientras se preguntaba si algún día llegaría su momento. Y ciertamente ha llegado. Ahora, Aleix y su Aprilia encabezan el Campeonato del Mundo de MotoGP™, que llega este fin de semana a Austin (Texas) después de tres rondas.
No me cabe duda de que Jeremy McWilliams encabezó los vítores e incluso quizás derramó alguna lágrima ante este acontecimiento, pues hace 22 largos años, el piloto del Ulster inició la aventura de Aprilia en la categoría reina de 500cc. En el 2000, 3 años después de que Doriano Romboni diera a Aprilia su primer podio en 500cc, el norirlandés aportó a la fábrica italiana dos Top 3 en Mugello y Donington y una 'pole position' en Phillip Island. Con la Aprilia bicilíndrica de dos tiempos, McWilliams se enfrentó a las potentes máquinas japonesas de cuatro cilindros que habían dominado la era de los dos tiempos. Aleix y Jeremy son dos verdaderos guerreros forjados en el mismo molde. Sin miedo a enfrentarse a los equipos consolidados y a los pilotos superestrellas. Nunca temen expresar sus sentimientos y frustraciones, y luchan tras las lesiones y los contratiempos sin renunciar nunca al sueño de alcanzar el éxito.
Pero no solo fue un domingo de ensueño para el fabricante italiano y para 'Il Capitano', sino que el estado de gracia de ambas partes se había prolongado durante todo el fin de semana. Más allá de que la victoria en Argentina fuese la primera tanto para Aprilia como para Aleix en MotoGP™, tan solo 24 horas antes otra gesta había tenido lugar, con el mismo piloto firmando la primera 'pole position' en la era MotoGP™ para su fabricante, la primera en la categoría reina desde Phillip Island 22 años atrás. Aleix se convertía así en el único piloto de la era moderna en conseguir 3 'poles' con 3 motos diferentes, después de lograrlo en su momento con Forward Yamaha y Suzuki.
Aleix se plantó bajo un soleado domingo argentino, desde la posición de privilegio, como el único piloto de la parrilla que nunca había ganado un GP. Era su gran oportunidad, y se podía saborear y sentir la tensión. Tras un par de intentos infructuosos por el interior del entonces líder de la carrera, Jorge Martín (Pramac Racing), el español encontró el camino hacia un liderato con el que acabaría haciendo historia. El año pasado, en el Gran Premio de Gran Bretaña en Silverstone, Aleix ya consiguió que Aprilia subiera al podio por primera vez en la era MotoGP™, y ahora era el momento de superar ese hito.
Tras aquellos dos podios en el año 2000, McWilliams regresó a la categoría de 250cc un año después. Su única victoria en un Gran Premio llegó ese año en Assen. Puede que Aleix Espargaró haya tardado más en ganar ese primer GP, pero uno tiene la sensación de que éste es el comienzo de un nuevo capítulo para un verdadero guerrero de la era moderna. Se merece todos los éxitos que le lleguen.