Me pregunto qué habría pensado Freddie Frith. El sábado por la mañana me encontraba en la entrada de la chicane 'Chemin aux Bœufs' durante la primera vuelta de la Q2 del GP nº1000 en Le Mans cuando de repente apareció Marc Márquez. La rueda trasera se levantaba ligeramente del asfalto mientras tocaba los frenos a más de 300 km/h antes de deslizar su Honda a izquierda y a la derecha. Luego desapareció.
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Hace setenta y cuatro años, en un mundo muy diferente, 100 pilotos de 350cc se alinearon en la conocida 'Glencrutchery Road'. Era un 13 de junio de 1949 y se presenciaba el nacimiento de un sueño. El primer Gran Premio, siete vueltas que sumaban un recorrido total de 425 km (60,73 km por vuelta) al legendario de la Isla de Man. Cuatro años después del final de la Segunda Guerra Mundial, la FIM lanzó el Campeonato del Mundo de Motociclismo, un año antes de que lo hiciesen sus homólogos de cuatro ruedas. Cuatro categorías: 125cc, 250cc, 350cc y 500cc, además de los sidecar y 6 sedes europeas con Berna, Assen, Spa - Francorchamps, Clady, Monza y, por supuesto, la Isla de Man.
En ese pedazo de tierra situado en medio del mar de Irlanda se corrían carreras de motos desde 1907, año en el que las carreteras británicas tenían un límite de velocidad de 25 km/h. El gobierno de Manx se adelantó a los acontecimientos y, con visión de futuro, detectó que cerrar sus carreteras para disputar carreras podría tener consecuencias de largo alcance… ¡y tenían razón!
El senior Royal Air Force, Sir Geoffrey Rhodes Bromet, izó la bandera de Manx para dar comienzo a la carrera, mientras los pilotos, todos ellos británicos, salían en parejas cada diez segundos para correr entre las casas de la temible colina de Bray. Todos los miradores del circuito estaban abarrotados de patrióticos aficionados británicos que, por fin, se deshacían de los devastadores efectos de la guerra y se tomaban unas vacaciones por primera vez en más de una década.
El que fuese piloto de la RAF, Leslie (Les) Graham - que fue condecorado con la Cruz de Vuelo Distinguido por su valentía en 1944 - lideraba la carrera con 19 segundos de ventaja al final de la primera vuelta, pero una rotura en el embrague provocó su retirada prematura. La AJS de Bill Doran tomó el relevo hasta que su caja de cambios se rompió al tomar la empinada curva de derechas de Gooseneck en la última vuelta. Freddie Frith, de 40 años, a los mandos de su Velocette, no sabía nada de la caída de Doran y marcó un récord en la última vuelta para convertirse en el primer ganador de un Gran Premio. El irlandés Ernie Lyons logró el segundo puesto con la Velocette y Artie Bell fue tercero con la Norton. Desafortunadamente, aquel día también valió para recordar lo peligroso que era correr en moto en el circuito de carretera de 'Snaefell Mountain Course' cuando Ben Drinkwater, que corría en la categoría de 350cc, murió tras sufrir un incidente durante la cuarta vuelta. Entonces, las normas de seguridad eran muy diferentes a las que existen hoy en día.
Cuatro días más tarde, la suerte le volvió a ser esquiva a Graham, que parecía dispuesto a resarcirse de su decepción en la carrera de 350cc, cuando se encontraba liderando la última vuelta del primer Gran Premio de 500cc. A tan solo cuatro kilómetros de la línea de meta, con 90 segundos de ventaja, el eje de la magneto de su AJS se rompió y tuvo que empujar la moto hasta la meta. Fue Harold Daniell, con la Norton, quien consiguió una cómoda victoria aquel día. Pese a ello, Graham acabaría cambiando su suerte y al final de la temporada se coronaría como el primer Campeón del Mundo de 500cc de la historia.
El ambiente y las carreras de Le Mans de este fin de semana fueron un merecido homenaje a todos los pilotos que han competido en esos 1000 Grandes Premios. Una cacofonía de sonido y adrenalina generada desde aquellas altísimas tribunas. Una multitud dominical de más de 120.000 personas, probablemente la mayor multitud vista en una jornada de GP. Francia, este año, abrazó lo que es y siempre ha sido el motociclismo de Gran Premio. Freddie Frith y todos aquellos pioneros que establecieron un estándar tan alto hace 74 años, habrían disfrutado de cada minuto. Incluso del altercado entre 'Pecco' Bagnaia y Viñales. Sin lugar a dudas, todos ellos habrían exigido subirse a una MotoGP™.