Dos imágenes en vivo desde Sepang hicieron que todo valiera la pena: Jack Miller (Red Bull KTM Factory Racing) caminando por el pitlane y las primeras vueltas de ese extraordinario duelo entre los contendientes al título, Francesco Bagnaia (Ducati Lenovo Team) y Jorge Martín (Prima Pramac Racing). Los huevos cocidos y las tostadas tendrían que esperar. Normalmente, en los grandes premios fuera de Europa, grabo las carreras y las veo más tarde, después de un desayuno relajado de domingo. Pero tras el Tissot Sprint del sábado, supe que debía levantarme a las 06:30 de la mañana para verlo en directo, con una auténtica posibilidad de que el campeonato se decidiera. No me decepcionó.
El incidente de Jack Miller en la segunda curva de la primera vuelta de la carrera inicial trajo recuerdos inquietantes de un trágico Sepang hace 13 años. Sentí la tensión en la cabina de comentaristas, esforzándome por narrar la preparación para el reinicio mientras me preocupaba por el estado del australiano. Hicieron un trabajo brillante, y ver a Jack caminar por el pitlane fue un alivio compartido en todo el mundo, mucho más allá de la cabina y el paddock. Era momento de centrarse en la carrera. Bagnaia y Martín ofrecieron unas primeras cuatro vueltas que desafiaban toda lógica. Nunca había presenciado una batalla tan feroz entre dos pilotos con tanto en juego. Ambos lo dieron todo, sin preocuparse por las consecuencias de un error o una caída. Era el motorsport de primer nivel en su máxima expresión. Al terminar en el parc fermé, no hubo histrionismos, discusiones ni acusaciones: solo un apretón de manos y una broma compartida. Sin duda, están listos para repetirlo en la última carrera en Barcelona dentro de dos semanas.
Entonces, ¿cómo está la situación a falta de un gran premio? La ventaja de 24 puntos de Martín significa una cosa: si gana el Tissot Sprint del sábado, el piloto de Prima Pramac será coronado Campeón del Mundo de MotoGP™ 2024. El español ya ha ganado siete Sprints esta temporada y, seguramente, querrá cerrar el campeonato antes de la carrera del domingo por la tarde. Bagnaia estará deseando que el desenlace final se decida en una carrera de domingo a toda distancia. Esta temporada ya ha ganado diez grandes premios, uniéndose así a un club muy exclusivo. En los 75 años de historia de este deporte, solo Marc Márquez (Gresini Racing MotoGP™), Valentino Rossi, Casey Stoner, Giacomo Agostini y Mick Doohan han logrado diez victorias en la categoría reina en una sola temporada. Pero puede que no sea suficiente.
La historia juega en contra del italiano. Solo por segunda vez en la ronda final hay 12 puntos adicionales disponibles en el Sprint, pero solo tres veces en esos 75 años se ha revertido un déficit de puntos en la última carrera. En 1992, Wayne Rainey superó la pequeña ventaja de dos puntos de Mick Doohan en Kyalami. Su tercer lugar fue suficiente para darle su tercer título consecutivo por solo cuatro puntos, después de que Doohan, afectado por las lesiones, terminara sexto. Valentino Rossi llegó a la ronda final en Valencia en 2006 con ocho puntos de ventaja sobre Nicky Hayden. Rossi se cayó en la quinta vuelta y, al reincorporarse, solo pudo acabar en el 13º lugar en una carrera ganada por Troy Bayliss. El tercer puesto de Hayden fue suficiente para darle el título.
La última vez que hubo una remontada fue en 2015, en el final más polémico de la historia. Rossi tenía una ventaja de siete puntos sobre su compañero de equipo en Yamaha, Jorge Lorenzo, pero tuvo que partir desde el final de la parrilla tras su incidente con Márquez en la penúltima ronda en Sepang. El cuarto puesto no fue suficiente para Rossi en Valencia, y Lorenzo se llevó su tercer título de MotoGP™ por cinco puntos tras ganar la carrera.
Es una tarea enorme para Bagnaia recuperar esos 24 puntos y lograr su tercer título consecutivo de MotoGP™. Los 12 puntos adicionales del Sprint le ayudarán, y no tiene nada que perder. En Sepang, la pizarra de Martín mostró un simple mensaje: "Focus". Estoy seguro de que lo hará, en lo que promete ser otra feroz batalla mano a mano por el máximo honor.